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Magnus Hirschfeld


Magnus Hirschfeld

Magnus Hirschfeld, diríamos que se trata de un perfecto desconocido. 
Claro, si hablamos en términos mediáticos, donde el rating de la masividad embrutecedora hará un gesto de memoria perenne a figuras ya sea triviales o perniciosas, sin otorgar cabida en el colectivo de la gratitud a tantos ignotos individuos, gracias a quienes el mundo hoy es un poco mejor, y para quienes la gloria de la permanencia les ha sido esquiva, mezquinamente esquiva. 

Porque no es hasta que uno mete la nariz en determinados temas que no se entera de tanto ser humano admirable.
Tal es el caso de este señor.

Vivió en una época donde había que construir, como ahora, salvo que nosotros gozamos de basamentos sobre los cuales adherir o acrecentar, mientras que aquellos fueron maestros de los cimientos. Valientes y notables constructores del edificio de la humanidad en épocas donde el término sacrificio ostentaba una textura mucho más densa y espesa que en nuestro tiempo. 

Nacido en 1868, primero periodista y luego médico científico, siendo a esta profesión a la que dedicaría el resto de su vida en búsqueda de allanar un encrespado terreno, el de la sexualidad. Contemporáneo de Albert Einstein y Sigmund Freud, recibió apoyo y colaboración de ambos en diversas ocasiones. Y ya para fines de aquel siglo estaba inmerso en la problemática que significaba para muchos, sentir la sexualidad de una manera diferente. 
Preocupado por esto asuntos y para defender la amplitud de derechos de estas personas, y anular el artículo 175 creado en 1872 que pervivió hasta 1994, de la ley alemana que penaba las relaciones entre personas del mismo sexo, crea el Comité Científico Humanitario. 
El eslogan del comité, "Justicia a través de la ciencia", reflejaba la creencia de Hirschfeld que un mejor conocimiento de las diferentes percepciones de la sexualidad eliminaría la hostilidad hacia quienes eran perseguidos por ello, entiéndase lesbianas, gays, y demás.
El comité liderado por Hirschfeld consiguió reunir unas 5000 firmas de prominentes ciudadanos pidiendo la abolición del artículo 175. Entre los signatarios estaban Albert Einstein, Hermann Hess, y una veintena de respetados personajes públicos.

Desarrolló la teoría del tercer sexo, intermedio entre varón y mujer. Se interesó en el estudio de una amplia variedad de necesidades sexuales en una época en la que la denominación de las identidades sexuales aún estaba en formación. 
Hirschfeld era tanto citado como caricaturizado en la prensa como un vociferante experto en educación sexual, recibiendo el epíteto "el Einstein del Sexo". A veces se empleaba el sobrenombre de "Tante Magnesia" ("Tía Magnesia") para burlarse de él.
Él se veía a sí mismo como un activista y un científico, investigando y catalogando muchas variedades de sexualidades, no sólo la homosexualidad. Por ejemplo, es el creador de la palabra "travestismo".

Tras la toma de poder de los nazis, una de sus primeras acciones el 6 de mayo de 1933 fue destruir el Institut für Sexualwissenschaft y quemar la biblioteca. Las fotos de periódicos y el documental de la quema de libros por los nazis son habitualmente escenas de la quema de la biblioteca de Hirschfeld. Por suerte, Hirschfeld estaba fuera de Alemania en ese momento en una gira mundial de conferencias. 

Magnus Hirschfeld fue el primero en utilizar la palabra transexualismo. Entre los empleados y clientes del Instituto había personas transgénero. 
Se ofrecían diversos servicios endocrinológicos y quirúrgicos, incluyendo las primeras operaciones modernas de «cambio de sexo» en los años 30. Hirschfeld también trabajó en los años 30 con la policía para disminuir el arresto de travestis bajo la sospecha de prostitución, hasta que el nazismo le obligó a huir de Alemania.

Nunca volvió a su país y murió en el exilio en Niza en 1935.



Dafne Muschnik

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