Creer no es suficiente Cierta carta abierta firmada por líderes católicos, luteranos, islámicos, bautistas, anglicanos, y ortodoxos griegos comienza con la siguiente frase: "Creemos que Dios creó a cada persona hombre o mujer". Y es a partir de este comienzo que, paradójicamente, todo termina. Así es estimado lector. Todo termina. Porque, aunque leamos la declaración completa, esta carece de fundamento. Vivimos en los albores de una nueva era, caracterizada por la comprobación, a diferencia de las previas cuyo tanteo en la oscuridad de la ignorancia, tantas veces impuesta, proveyó bastante dolor, persecución, confusión, decepciones, e incluso muertes. Esgrimir un planteamiento desde el "creemos", carece de todo sustento. Y precisamente fundamentar es proveer de veracidad cualquier postulado. Hacerlo universalmente entendible, comprobable y aplicable. Si Dios existe o no existe, a estas alturas, es poco relevante, ya que la tar...